La tos es uno de los principales mecanismos de defensa que poseen las vías respiratorias como protección frente a diversos agentes. Una tos ocasional ayuda a eliminar los irritantes y las secreciones de los pulmones, al tiempo que previene infecciones. Sin embargo, cuando la tos persiste, generalmente es el resultado de un problema de salud que puede dar lugar a trastornos secundarios y afectar la calidad de vida considerablemente.^1,3

Muchas personas suelen pensar que una tos persistente es causada por un resfriado mal tratado u otros factores ambientales, dejándola sin seguimiento médico. La realidad, es que este síntoma puede ser un signo de enfermedades como el Covid-19, así como de otras patologías no infecciosas que podrían requerir atención médica inmediata.^1,2,3

Se habla de tos crónica o persistente cuando dura 8 semanas o más en adultos y 4 semanas en niños, la cual puede representar a la larga mucho más que una molestia: tos al despertar que se mantiene durante el día y al acostarse, dificultando conciliar el sueño e interrumpiéndolo intermitentemente. Los casos graves de tos crónica pueden presentar a su vez vómitos, mareos, dolor de cabeza y hasta fracturas costales. Además, si esta se prolonga, logra derivar incluso en ansiedad o depresión.^1,3

Por lo anterior, es fundamental tener en cuenta que si una tos no desaparece, se debe atender siempre para descartar cualquier patología importante. Consulta a tu médico para recibir el tratamiento indicado si tienes una tos que persiste, recuerda que hoy son otros tiempos para la tos.